lunes, 15 de octubre de 2012
De las goteras a esquire
11:31 a. m.
De las goteras a esquire
Hoy he llegado a
una conclusión, o más que conclusión… al final de una calle sin salida después
de mucho indagar y tras desempeñar una vaga labor de investigación: ¿Por qué
las actrices emergentes americanas posan en sesiones fotográficas como putitas
en celo justo antes de asentarse como estrellas de ese firmamento que es
Hollywood?
He alcanzado esta
pregunta, cuasi retórica, al ver la portada de la revista Esquire donde aparece este mes la gran Mila Kunis. Esta guapa actriz saltó a la fama por coprotagonizar
(entre otros con Ashton Kutcher) la
agradable y entretenida serie ‘Aquellos
maravillosos 70’. Tras participar en diversas series y empezar a hacerse un
hueco en la gran pantalla, destaca, bajos las órdenes de Aranofsky en ‘Cisne Negro’. Poco después comienza a
protagonizar comedias románticas de gran éxito de taquilla como por ejemplo ‘Con derecho a roce’ (muy divertida y
recomendable)… ¡Vamos! Mila se ha
convertido en la enésima gallina de los huevos de oro de Hollywood y además,
este año, la han encumbrado, bajo un exquisito criterio, como la mujer más sexi
de este loco mundo.
Y he ahí la
cuestión: tanto reconocimiento público la lleva a la portada de la famosa
revista Esquire en una postura muy
sensual no carente de elegancia artística. Justo en ese momento, a un servidor
le surge el gusanillo (como a cualquier otro hombre con fácil acceso a
internet), y decide buscar documentación fotográfica de esta preciosa hija de
la Rusia (Ucrania, más concretamente). El material de Google es más que extenso, pero de entre todas las sesiones
fotográficas de Mila empiezo a caer
en la cuenta de que conforme desciendo con el cursor de mi ratón mi cabeza
comienza a ser bombardeada por los rostros de otras bellas féminas del star system. Todo es demasiado
familiar, parece un déjà vu, y en mi cerebro se gesta un patrón. Las coincidencias son innegables, y lo que en un principio
respondía a un acto ocioso se transforma repentinamente en un experimento
pseudocientífico: Mila Kunis es Scarlett, Angelina y/o Jessica
(Alba o Biel, qué más da).
El escenario: La
misma cama de sábanas blancas alborotadas, idénticas sillas de escritorio y
aquel sillón con cierto estilo vintage. ¡Pero no sólo concuerda en este patrón
el mobiliario! La iluminación con exagerada luminosidad, el grotesco
maquillaje, las posturas tan “sugerentes” como artificiales y antinaturales de
las maniquís, sus escuetos atuendos (ropa interior guardada en el baúl de la
atrezzista de las pelis de John Holmes)… la escenografía también canta por sus
superlativas coincidencias. Pero creo
que lo que me lleva a encontrar la fórmula
es la mirada de Mila: sus ojos
lascivos y gatunos generaron este torrente comparativo que desemboca en una
inexorablemente sincronía: todas las actrices de Hollywood han posado en una
sesión de ‘Sillas y lechos húmedos’.
Por las similitudes
del decorado se puede llegar a la conclusión de que es el mismo fotógrafo el
que disfruta y dirige estas sesiones, y de ser así, y siempre basándose en las
muecas de placer de las actrices: ¿a qué debe oler ese set de fotografía? ¿Cada
cuánto lavará las sábanas este artista del daguerrotipo?
Pero estas
cuestiones son secundarias, lo primordial de esta diserción es ¿por qué las
actrices hacen estas burdas sesiones cuando sus carreras están a punto de
llegar a su apogeo? ¿Qué clase de representantes hay en Hollywood? ¿Creerán que
el target de Mila Kunis son los
preadolescentes con las hormonas en estado de ebullición? ¿Y las actrices? ¿No
saben que por muchas elegantes portadas de GQ o Esquire que protagonicen
después, la red siempre las recordará como ronroneadoras gatitas en celo? Y eso
en el mejor de los casos, Megan Fox no tuvo la oportunidad de posar para
Esquire… su carrera al igual que su book se quedaron a las puertas de
sobrepasar la ‘barrera putita’. Y por desgracia, así pasará a la historia.
Nadie (dios me
salve) está pidiendo las aburridas sesiones en blanco y negro y sin artificios
de Annie Leibovitz… pero los álbumes de fotos están para eso, para recordar el
pasado, y eso no se olvida ni haciendo pelis con Woody Allen o Lars von Trier…
Qué no se olvide: posasteis como putas sin necesidad de ello.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario